No saber qué hacer con tu vida no es algo que deba avergonzarte. En un mundo lleno de infinitas aparentes oportunidades y facilidades, la indecisión sobre qué camino tomar, a qué dedicarle tu tiempo, tus esfuerzos y hasta tu dinero es siempre confusa.

Sin importar la edad, es inevitable encontrarnos en un punto del camino donde nos cuestionamos todo, no conocemos el siguiente paso, no tenemos claro el siguiente objetivo, no nos sentimos capaces de lograr algo que realmente vale la pena. Tu edad no tiene nada ver cuando se trata de encontrarle un sentido y un significado profundo a tu existencia.